El Papa Benedicto XVI firmando el "recibí". |
Durante uno de los descansos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) celebradas el pasado mes de agosto en Madrid, el Papa Benedicto XVI visitó por sorpresa la población comarcana de Cózar, puesto que quería conocer de primera mano el juego de las famosas tacillas.
Al estar cerradas las tacillas, se dirigió hasta el Ayuntamiento de dicha localidad, visita que causó gran sorpresa a los trabajadores, funcionarios y al propio alcalde, quienes no daban crédito a lo que veían sus ojos.
El alcalde de Cózar, Alipio García, le invitó a tomar unas gordas en el bar de los chatos, quienes atendieron con suma atención al sumo pontífice, ofreciéndole para degustar unos torreznos de aperitivo.
Posteriormente el Papa, acompañado del alcalde, regresó de nuevo al consistorio cozareño, donde el alcalde le regaló un ordenador de color blanco que hiciera juego con el vestuario de Benedicto XVI. En la imagen, tomada por Celestino “el de la réflex”, vecino del pueblo abandonado de Torres, podemos observar como el Papa firma el “recibí” del ordenador acompañado del alcalde de Cózar, Alipio García.
No fue una sorpresa, lo que ocurre es que el papa había ido a Infantes a comprar dos garrafas de vino de la cooperativa de la virgen de la antigua para destinarlas en los actos liturgicos de la misa del gallo de la proxima navidad. Con las vueltas quiso irse a jugarselas en las tacillas, pero como estaban cerradas y el papa no tenía dinero para coger el autobús de vuelta a Infantes se fue al ayuntamiento para ver si se camelaba al alcalde. Por eso le invitó a las cañas con las vueltas, pero el ayuntamiento le entregó el ordenador de segunda mano que aparece en la foto. Al final tuvo que hacer dedo y pagó el viaje de vuelta con el ordenador.
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